El humano necesita las cosas nuevas. El mundo actual tiene un punto de vista de futuro. Lo importante no es el pasado, el pasado es lo malo y lo nuevo y la novedad lo mejor. En esta situación no vemos como algo moderno o algo que sigue nuestra cultura presumir de gastar un teléfono viejo delante de los amigos, utilizar términos cervantinos en un botellón o enamorar con versos del cantar del Mio Cid.  Con esto todo el mundo viola un desarrollo.

El mundo avanza, las máquinas se apoderan de nuestra imaginación y solo pensamos en un invento mejor y en poco tiempo. Los diseñadores industriales buscan nuevos modelos, nuevas palabras capaces de captar la atención de su público. De hecho, las marcas reciben diferentes marcas dependiendo del país, por ejemplo: Trés Semme es Syoss, Don Limpio es Mr Proper… (España-Alemania).

La tecnología al igual que la vida parece que avance mucho más rápido que la vida de nuestros abuelos. Mientras que del descubrimiento del teléfono al móvil se van muchos años, del móvil a los androids de hoy en día se van escasamente unos diez años. Con esto, vienen nuevas aplicaciones, nuevas palabras y nuevos métodos de comunicación.

Como íbamos comentando en artículos anteriores, el problema reside en cuando considerar una palabra nueva incorporada y cuando no.  He aquí la misma situación que teníamos con los extranjerismos y con las marcas, pero esta vez dejo el final abierto a que el lector reaccione y reflexione.


Stefanie Layher



 
Un fenómeno, que existe en todo el mundo, es la adopción de marcas como sinónimo, como nombre general. 
Marcas importantes vienen a la memoria de los hombres. Un Manager de relaciones públicas sabe cómo solidificar los productos a nuestro memoria. Por ejemplos los fumadores. Si un fumador con los ojos vendados quería descubrir su marca de 5 marcas diferentes. En 9 de 10 casos no se puede. Pero, sin embargo, son fieles a su marca. Es por la imagen de las marcas: por la publicidad, embalaje, etc. Las marcas tienen que mostrar los esperanzas y ansias que guste a los consumidores. Además, los consumidores quieren saber qué diferencia hay entre ellos y la ganancia del producto. Otra cosa es la liberación del pasado que viene a la mente e importante es la permanente repetición a parte esencial de la idea del producto. Como resultado encontramos el establecimiento de las marcas como sustituto del sustantivo original.

Ejemplos para este fenómeno son: 

Klinex - pañuelo
Zewa - secador
Silk épil - depiladora 
Maggi - Las sopas y aliños Maggi
Barbie - muñeca para niñas 
Nivea - crema de aseo 
Pritt - barra de pegamento, etc. 

Ahora bien, cuáles son los que debemos considerar en un diccionario y cuáles no. La RAE en teoría no admite ninguna marca, pero cuando abrimos este diccionario encontramos palabras como, pósit (post-it). El gran problema es seleccionar las restricciones y las características para elegir una y otra no.



Stefanie Layher



 
La adopción de extranjerismos es casi imposible sin realizar ningún cambio en la palabra. La intención es pronunciar de la misma manera que en su lengua original, como hardware, light, affaire, flashback, etc.

Las palabras también se adaptan a la ortografía y pronunciación de España, por distintas razones. Se quieren españolizar las palabras, de modo que se sacrifica su ortografía ortogonal para la pronunciación como blus > blues, baipás > bypass, güisqui > whisky, nocaut > knock-out, párquin > parking. La otra manera de adaptación es el ajuste de la pronunciación de las palabras extranjeras, como airbag – airbág, punk – púnk, surf – súrf. Para nombres propios como topónimos es mejor la adopción de uno a uno de la escritura y la pronunciación de la lengua original. Aquí también hay formas hispanizados, como Bayern – Baviera, Hamburg –Hamburgo, Nürnberg - Núremberg, Colonia – Köln etc., pero también formas original , como Washington, Ghana, etc.

He aquí el debate: ¿hasta qué punto se deben aceptar estas adaptaciones? En mi opinión, es un poco difícil opinar de esto como extranjera. Por una parte no es bonito que todas las palabras extranjeras se queden igual que en su idioma original, porque forma lenguas internacionales que borran parte de la cultura original del lugar. Pero, por otra parte, la adaptación de ciertas palabras resulta excesiva, aberrante o incluso, en ocasiones, ofensiva. Por ejemplo, con este último caso de palabras, los nombres propios: Münster es una ciudad alemana que en España se conoce como Muñiste, forma que coincide con la segunda persona del perfecto del verbo muñir.

Poco más puedo decir, solo creo que la clave de todo es la moderación. El equilibrio es lo más importante, porque si caemos en preservar demasiado la lengua, la tradición nos lleva a una lengua muerta que no puedo decir todo lo que sucede. La lengua debe adaptarse sin excesos porque por los excesos se pierde la lengua propia y se da un paso a la globalización total del mundo, lo cual tampoco es bonito. Por tanto, la lengua debe fluir como la vida en equilibrio y sin excesos ni de novedades ni de tradiciones.


Stefanie Layher



 
Casi nunca se confunde en el discurso los homógrafos porque siempre se centra y se presta atención en el contenido de lo que dice el locutor. Sin embargo, en algunos casos se enfrenta a un problema de entender el contenido según lo oído, porque las palabras homógrafas son aquellas que se pronuncian y se escriben igual, pero adquieren distinto significado.

Lo que es importante destacar, es que los homógrafos suelen pertenecer a categorías gramaticales diferentes, así que es difícil confundir los significados basándose en el contexto. Cuando narramos acciones, es lógico que se utilicen mucho los verbos, cuando describimos algo, se utilizan varios adjetivos. Por ejemplo:

Vino mi mejor amiga y trajo el vino.

En este caso es obvio que la palabra “vino” en primer lugar proviene del verbo “venir”, que es un verbo en Pretérito Indefinido de la segunda persona singular y adquiere el significado “llegar”. Mientras que la segunda palabra “vino” significa la bebida alcohólica y es el sustantivo.

Sin embargo, es casi excepcional, pero existen situaciones donde se puede confundirse entre las palabras homógrafas. Normalmente eso ocurre con palabras de la misma categoría gramatical, que también son homógrafos:

Vela – cera

Vela - barco


Asimismo, es más fácil confundirse cuando se utiliza de forma rara ciertas palabras o, por ejemplo, aquellas palabras homógrafas que vienen de la ciencia tampoco son bien conocidas, por eso es probable que se las confunda con palabras más populares.

En una ocasión existe la regla que impide confundir ciertas palabras gramaticalmente iguales entre sí. Es el género que ayuda entender el significado a través del artículo. Como, por ejemplo, en el caso de la palabra “radio”: La radio – el aparato receptor y el radio – ½ del diámetro. Sin embargo, se puede mal entender la frase con esta palabra si no se pone el artículo (definido o indefinido).

En resumen, el homógrafo – es un fenómeno que trae consigo confusiones en el discurso, pero es poco probable que alguien se confunda porque hay muchos indicadores que dan a la palabra un cierto significado. Esto, a su vez, se hace entender los discursos sin dificultades.



Victoria Celajeva
 
El español es el segundo idioma del mundo por el número de hablantes que lo tienen como lengua materna. Por lo tanto su gran distribución no es sorprendente. Sin embargo, para aprender el español, hay que tener en cuenta que los alumnos se enfrentan a muchas dificultades mientras estudian la lengua tan rica y expresiva.

Una de las dificultades más frecuentes es el uso de los tiempos verbales. Ya que diecisiete tiempos verbales, la lengua es bastante difícil de usar si no eres español nativo. En este caso, es importante subrayar unos de los tiempos más utilizados por los españoles: 

Indicativo: presente, imperfecto, pretérito,futuro, condicional;

Tiempos compuestos comunes: pretérito perfecto, pluscuamperfecto; 

Subjuntivo: presente, imperfecto;

Tiempos compuestos del subjuntivo: pluscuamperfecto;

Imperatvio: afirmativo, negativo.

Sin embargo, cuando hablamos del idioma español, hay que tener en cuenta la diferencia del uso de tiempos verbales entre el castellano y el español por ejemplo, en Latinoamérica casi no
se usa imperfecto indicativo mientras que en la península ibérica es muy frecuente el uso de verbos del pasado en
imperfecto indicativo. Asimismo, hay diferencia entre compresión de pretérito perfecto y pretérito indicativo en estos dos países hispanohablantes. En este caso, lo primero que hay que hacer antes de empezar a estudiar el español, es elegir cierta área de enfoque para no confundirse. 

Alguien puede decir que es más fácil aprender el español si ya has aprendido el inglés. Esto es cierto hasta cierto punto. Si comparamos el inglés con el español, se puede encontrar similaridades entre estos dos idiomas. Sin embargo, es erróneo pensar que son tan parecidos como parece a primera vista, porque la forma de cierto uso de cualquier tiempo verbal en español implica el período de tiempo diferente en inglés. Para poner un ejemplo, se puede comparar el uso de
present perfect y pretérito perfecto. Estas formas son parecidas en cuanto a la estructura del tiempo, pero las acciones de present perfect en inglés y pretérito perfecto en español suceden en distintos intervalos de tiempo. Entonces, el conocimiento del inglés, en este caso, puede ayudar, y también puede confundir.

Sin duda, lo que causa más molestias para los extranjeros es el subjuntivo en todas sus formas. Para entender el uso de subjuntivo, hay que pasar mucho tiempo con los españoles, porque no es suficiente aprender justo el uso y las formas de este modo tan ambigüo. Sin embargo, la mayoría de las leguas latinas tiene el subjuntivo, así que a los rumanos, por ejemplo, no les cuesta nada utilizarlo sin problemas.

A pesar de los tiempos verbales
en el español es abundante en exepciones de todo tipo, desde los géneros hasta
las formas verbales. Entonces, hay que pasar por un proceso muy largo de
estudiar cada regla antes de empezar a utilizar la lengua bien. Aunque no todos
los españoles saben usar correctamente los ciertos géneros, como, por ejemplo,
géneros comunes, impersonales o epicenos. Esto nos puede llevar a conclusión que
la lengua española es una lengua para seguir aprendiendo durante toda la
vida.

Además, hay que tener en cuenta los cambios de norma y uso del idioma elaborados por Real Academia. Así que, se puede afirmar que el español es una lengua“activa”. Entonces, para usar bien el español, se debe mantener un ojo en los cambios actuales.

Para resumir, lo que se había destacado en este artículo, es solo muy poca parte de las dificultades que se puede encontrar cuando estudias el idioma español. Sin embargo, tener las ganas de aprender el español siempre ayuda a hacer frente a cualquier problema sin sufrimiento.




Viktorija Celajeva


 
Desde hace muchos años están en constante debate los temas acerca de la igualdad del lenguaje. De estos debates salió el término “lenguaje no marcado”, que buscaba términos medios que no señalaran directamente a masculino o a femenino y con ello empezó a darse un cambio lingüístico.

Hasta hace escasamente unas décadas el papel de la mujer en el mundo laboral y su capacidad de gobierno era mínima o casi inexistente, por lo que delante de este cambio y lucha por la igualdad de géneros se empieza a feminizar el idioma. Con la incorporación de la mujer en diversas profesiones empiezan a surgir nuevas palabras y nuevas estructuras para formar estas palabras.

La incorporación de nuevas estructuras y nuevas palabras produce irregularidades en el sistema que se deben normalizar. La regularización o la normativización deberían de venir del uso que hace la gente  de la lengua.  Un gran ejemplo de esto sería el caso del canciller, -a.

La palabra cancillera aparece por primera vez con el ascenso de Ángela Merkel como “Kanzlerin” (canciller) en Alemania. El uso de este palabra no resulta extraña a nuestros oídos, ya que lo oímos constantemente en todos los medios de comunicación. No obstante, pese a que su uso es constante y está aceptada por la sociedad, el DPD en un principio no aceptó este término, como término regularizado. Ahora bien, en el breve plazo de unos pocos años se ha aceptado tanto  la canciller alemana como la cancillera alemana.

El lenguaje cambia con el mundo y debemos adaptarnos como lingüistas a ello. Debemos de saber que no somos dictadores de las normas del lenguaje, sino analistas de él y que nuestra finalidad es normativizarla teniendo en cuenta el lenguaje que se habla.



Stefanie Layher



 
¿Qué es el escrache? ¿Para qué se utiliza? ¿Quién lo utiliza? Estas son las posibles preguntas que nos pueden rondar por la cabeza cuando oímos esta palabra -sobre todo- en los medios de comunicación.

Sin ir más lejos, el escrache es una acción de protesta que surgió tras la dictadura de Argentina en los años noventa y que consistía en “acudir a los domicilios de los procesados por los delitos cometidos durante la dictadura y que habían sido puestos en libertad”. Este tipo de protesta tuvo mucha repercusión en el país y poco a poco fue extendiéndose a otros lugares y con otros posibles nombres.

Últimamente en España estamos oyendo mucho este término en los medios de comunicación cuando se habla de política y de acción protesta. En estos casos, los manifestantes acuden al domicilio o lugar de trabajo de algún personaje público para criticar su conducta o actuación en los distintos asuntos políticos y/o sociales para que todo el mundo sepa lo que ocurre.

Si nos dirigimos al Diccionario de la Real Academia Española y buscamos el término escrache, no aparece. No obstante, aparece el verbo escrachar:

escrachar.

1. tr. coloq. Arg. y Ur. Romper, destruir, aplastar.

2. tr. coloq. Arg. y Ur. Fotografiar a una persona.escrachar.

Si consultamos el Diccionario de americanismos, encontramos el lema escrache que alude a lo comentado anteriormente: “manifestación popular de denuncia contra una persona pública a la que se acusa de haber cometido delitos graves o actos de corrupción y que, en general, se realiza frente a su domicilio o en algún otro lugar público al que deba concurrir la persona denunciada”.

Para complementar la búsqueda de este término que ha resurgido de los años noventa, vamos a comprobar su uso en dos diarios digitales de tirada nacional como El País y El Mundo.

En el caso de El Mundo, al tener filtros de búsqueda, nos facilita más el resultado que queremos y a simple vista observamos que el término escrache aparece en 2013 con 119 resultados, mientras que en 2012 y en 2002 con un resultado:

En el caso de El País, no existen filtros de búsqueda, pero al ser una palabra que ha estado en desuso durante años hasta la actualidad, observamos que no tiene muchos resultados. En total se registran 177 entradas, de las cuales, exceptuando las 56 últimas entradas, todas son de 2013:

La primera entrada que se registró con este americanismo es del año 1990 con un único resultado; la siguiente, del año 1998 también con un resultado hasta pasar al año 2001 en el que encontramos tres resultados:
Conforme va trascurriendo el tiempo, aumenta (aunque mínimamente) el número de entradas por año. 

Así sucede en el año 2002 con cinco resultados; en 2003 con dos resultados; en 2005 con un resultado; en 2006 con dos resultados; en 2010 con un resultado; en 2011 con tres resultados; en 2012 con tres resultados:

Como podéis observar, el gran número de casos que se registran en estos dos periódicos son del año 2013. Quizá sea por el periodo de crisis que estamos viviendo actualmente y estamos más pendientes de lo que ocurre a nuestro alrededor con nuestros "célebres políticos" y "personajes varios" que no dejan de sorprendernos...

Ahora que el escrache está en auge, ¿lo practicáis? ¿Sois partidarios de esta acción protesta?


Esther Piedrabuena Pérez



 
¿Qué es postureo? ¿De dónde ha salido la palabra? Estas preguntas nos asaltan cuando oímos o leemos esta palabra, pero lo más importante es, ¿hago yo postureo?

Las nuevas tecnologías nos han abierto una nueva ventana y por ende, un nuevo léxico que utilizamos para poder explicar y definir todo lo que en este nuevo mundo vivimos y sentimos. Aquí

Podemos rastrear el uso de la palabra postureo por primera vez en  Twitter, ¿pero realmente de dónde hemos rescatado esta palabra? ¿Hacemos un uso escrito únicamente, o es posible oírla en conversaciones habladas a pie de calle?

La R.A.E (Real Academia Española) no contiene está acepción por lo que tenemos que recurrir a nuestro conocimiento de contexto o de uso y por consiguiente, desde nuestro punto de vista la palabra es una derivación de posar, y para ello nos apoyamos en el sentido semántico que está cobrando la nueva creación; así pues su significado gira en torno a la idea de aparentar, de tener una actitud poco natural con el objetivo de ser protagonista, o en otras palabras, en meter barriga y que te vean hacerlo.

Lo que comenzó en un uso escrito en esta red social, ha acabado por inundar las conversaciones de los jóvenes hablantes de nuestra sociedad, si bien es cierto que aún no son abundantes las muestras orales, se debe entender que la creación del término es joven, apenas tiene 2 años de vida. Tiempo al tiempo.

Respondidas todas estas preguntas, nos queda la más importante, ¿hago yo postureo?

Teniendo en cuenta la vaguedad de la definición, y lo complicado de explicar, recurriremos a ejemplos de Twitter para su mejor comprensión.


Ahora el lector es el único que puede juzgar si hace postureo o no.


María Moreno Olucha



 
Imagen
Es de sobra conocido que un idioma no es un ente estático, como tal evoluciona, influye y es influido por lenguas y otras variedades lingüísticas, sobre todo por aquellas con las que está en contacto. El español no es una excepción. Desde su origen ha estado en contacto con lenguas como el vasco o el árabe, más alejadas del latín, y el catalán, francés o gallego, más cercanas, recibiendo en mayor o menor cantidad, influencia mutua.

En este sentido, el libro escrito por Karol A. Klee, El Español en contacto con otras lenguas (Georgetown University Press, 2009), recoge algunos rasgos de esa influencia con otros idiomas. Expondré algunas de esas interferencias presentes en el libro, y alguna otra que no lo está, que se encuentran muy extendidas 
en la sociedad valenciana, donde el español y el catalán conviven, y que los académicos recomiendan evitar.

Uno de esos rasgos que todos estamos acostumbrados a escuchar entre personas bilingües en castellano y catalán, es  el error que cometen cuando emplean los verbos traer y llevar. Puesto que en catalán, el verbo portar reúne las funciones semánticas-pragmáticas de esos dos verbos, a menudo el hablante bilingüe al expresarse en castellano, comete el siguiente error:

-¿Me vas a traer ya el CD que te pedí?

-*Sí, ya te lo traigo, en lugar de: Ya te lo llevo.

Lo mismo ocurre con los verbos ir y venir, donde venir asume la función de ir, produciéndose, sobre todo en la lengua oral, ejemplos como el siguiente:¿Vas a venir?,*Sí, ya vengo, en vez de: Ya voy.

Otro de los errores que se producen en el castellano hablado en las comunidades españolas de Cataluña, Baleares y Valencia, es en el uso del imperativo del verbo ir, en la segunda persona del singular. En vez de ve (tú) se escucha con frecuencia ves, como en el siguiente caso:

-*Ves a comprar el pan. Lo correcto sería:Ve a comprar el pan.


En este caso, la interferencia se debe a que el imperativo del verbo ir en catalán (anar) es vés, escrita con tilde diacrítica, para distinguirla del plural de la consonante uve, en catalán (ve).

Por último, otro fallo que se comete con frecuencia en la lengua oral, en las zonas bilingües españolas, catalanas-castellanas, y que este libro no lo recoge, es el uso de la expresión con la forma apocopada cien cuando hablamos sobre porcentajes, como en el ejemplo: *Cinco por cien, en lugar de Cinco por ciento. Con toda probabilidad, este error se produce porque en catalán este numeral cardinal se dice cent, y cuando el hablante lo traduce, lo hace empleando cien en vez de ciento porque es más parecido. En este caso, la RAE (Real Academia de la Lengua Española), indica que tan solo se usará cien cuando expresa totalidad: Cien por cien.


Martín Delgado Santos

 

Hoy en día es muy común la aparencia de “falsos amigos” en el habla, y esto, a su vez, ha producido un debate sobre el origen de las palabras ambiguas en español. “Falsos amigos” tambien se llaman falsos cognados y son las palabras con falta de coincidencia de significado con palabras de escritura similar de un otro idioma, como, por ejemplo, en inglés y en español.

Existen muchas palabras “mal traducidas” de inglés a español y al revés, aquí están algunos ejemplos de ellas:

Actually - en realidad (no es "actualmente")

Application- solicitud (no es “aplicación”)

Deception - encargo (no es “decepción”)

Effective - eficaz (no es “efectivo”)

Mientras que la existencia de “falsos amigos” es evidente, su origen es bastante vago. Algunos dicen que el uso de falsos cognados aparece debido a la mezcla de naciones, otros creen que su origen es una consecuencia histórica. Asimismo, los culpables pueden ser los medios de comunicación. No obstante, hay un poco de todo.

Podemos suponer que en América Latina el uso de “falsos amigos” es frecuente debido a su cercanía con Estados Unidos, por lo que, cuando turistas americanos visitan Latinoamerica, ellos llevan consigo palabras inglesas. Así aparece el uso de “falsos amigos”. Asimismo, la historia de América Latina de los siglos 15-16 nos demuestra la violencia sobre la población local. Cuando los europeos, especialmente, los ingleses subordinaban las tribus bajo su presión, las obligaron hablar en inglés. Entonces, puede ser que algunas de las palabras españoles se hubieran inventado por los ingleses, pero como la población latinoamericana no habia entendido bien algunas palabras, atribuyeron a estas palabras los significados diferentes, creando de esta manera los falsos cognados.

Aparte de esto, los “falsos amigos” también vienen de los medios de comunicación. Por ejemplo, muchas veces algunos periodistas sacan la información de las fuentes inglesas y escriben sobre lo ocurrido en un periódico español antes de que la información aparezca en todos los demás medios de comunicación para ser el primero. De esta manera, aquellos periodistas traducen palabras inglesas similares al español erróneamente.

Al ser tan extendidos en el ámbito bilingual, la mayoría de profesores de filología intenta enseñar a sus estudiantes la norma del uso de un idioma extranjero, obligandoles a estudiar en profundidad el fenómeno de falsos cognados. Sin embargo, no todas las personas aprenden idiomas según las exigencias académicas, por lo que los “falsos amigos” siguen siendo un fenómeno bastante usado.




Victoria Celajeva