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Somos seres humanos y la vida nos sorprende todos los días; por eso, las pequeñas satisfacciones debemos disfrutarlas, despertarte una mañana y ver a creación de una nueva lengua, LAPAO, es todo un hito, el sueño de todo filólogo.

Hace unos días las Cortes de Aragón aprobó una nueva Ley de Lenguas, esto supuso que la lengua aragonesa propia del área oriental (más conocida por LAPAO) fuera la denominación para el catalán-aragonés hablado en la Franja de Ponent; por lo que corresponde a la lengua aragonesa pasa a llamarse LAPAPYP (o lengua aragonesa propia del área pre-pirenaica y pirenaica).

Esta nueva ley propicia una Academia Aragonesa de la Lengua para determinar los topónimos y nombres oficiales.

Evidentemente no podemos olvidar que esto ha sido creado por intereses políticos que no entraremos a debatir, ya que no es la función de este espacio virtual. Estamos por y para la lengua.

Por lo tanto al recoger esta noticia queremos dejar de relieve el creacionismo lingüístico, los procesos que una lengua tiene que sortear para consolidarse y los debates que se ciernen en torno a ella, (aunque es cierto que  desde un punto de vista diacrónico, se trataría de la restauración de una diferencia que ya en 1984, en la Declaración de Mequinenza se hacía patente, ofreciendo dicha lengua como asignatura optativa.) y los criterios sociales y culturales que se desprende de LAPAO.

Muchas son las críticas debido a que dicha lengua es una mezcla entre castellano y catalán sin criterio unificado, que gira en torno al error gramatical de forma incesante, por ello deberemos esperar a la creación de la Academia Aragonesa de la Lengua para poder analizar sus gramática, vocabulario, ortografía, léxico. Y poder de esta manera ofrecer una nueva entrada en nuestro blog recogiendo las singularidades de este nuevo nacimiento.








María Moreno Olucha







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